La esperada sangre artificial

Autora: Loreto Vargas Cruz

La sangre siempre ha sido un símbolo de vida que hoy, además, se convierte en un signo de generosidad, pues cada año se realizan 92 millones de donaciones de sangre en el mundo (alrededor de 46 millones de litros) y , concretamente en España se produjeron en el 2010 casi 2 millones de donaciones. Las abundantes donaciones de sangre son de gran importancia, pues la gran cantidad de personas donantes hace que haya más cantidad de sangre de cada grupo sanguíneo, especialmente importante para aquellos que son más difíciles de conseguir (como los del O-, que sólo son compatibles con su mismo grupo y Rh) y lo cual conlleva a que en una determinada situación esta sangre no falte.

Esto supone una gran ayuda para la necesidad de sangre en el mundo, pero día a día esta necesidad se hace cada vez mayor. Tras esta necesidad constante y cada vez más urgente de sangre, sobretodo ante situaciones como desastres naturales o guerras, muchos investigadores de todo el mundo a lo largo de décadas han estado buscando un sustituto al “vital oro rojo”.  

Hay diversas vías de investigación, pero principalmente se dividen en sangre artificial de síntesis química y sangre artificial de síntesis biológica.

Los científicos centrados en la sangre artificial de síntesis química fabricaron un sustituto de la sangre intentando simular al máximo las características de la hemoglobina. El resultado fue una sangre capaz de transportar grandes cantidades de oxígeno, incluso más que la hemoglobina. Este sustituto es mucho más fácil de investigar y más barato de producir, pero no llega a cumplir los requisitos de la sangre, pues sólo podría ser un transportador de oxígeno.

En el campo de la sangre artificial de síntesis biológica, el objetivo más importante es la búsqueda de la sangre artificial ideal. Para conseguirlo llegaron a la decisión de utilizar células en el laboratorio que fabricaran sangre artificial por nosotros y se conseguiría a través de células madre hematopoyéticas (presentes en la médula ósea, en el cordón umbilical o en sangre) y células madre embrionarias.  

Hace unas semanas se produjo por primera vez y con éxito la infusión de  2 mililitros de sangre artificial producida a partir de estas células madre en cultivo que se habían obtenido de la propia persona a la que se le administró la sangre. Aunque sólo fuese en una pequeña cantidad, el proceso resultó positivo y con una investigación más profunda y unos cuantos ajustes en la obtención y manipulación de las células para crearla, podrían suponer un futuro en el que la ansiada sangre artificial existiese realmente.

Sin embargo obtener esta sangre tiene sus contras: los costes de producción de sangre serían elevados (aunque cabe la esperanza de que con el tiempo y las producciones industriales se abaratasen) y aún no hay una evaluación exacta de sus resultados. También se une el obstáculo de los grupos sanguíneos pero, ante esto, varios científicos están desarrollando a partir de células madre del cordón umbilical, cantidades industriales de sangre (a partir de 1 cordón umbilical obtienen 20 unidades de sangre).

Para 2013 se espera el comienzo de los ensayos clínicos con esta sangre y, quizás, estén disponibles para uso militar en 5 años.

Si en un futuro no muy lejano se lograse hacer frente a estos obstáculos que impiden la creación de una sustituta eficaz de nuestra sangre, muchas necesidades en la ciencia, medicina y, en general, en la sociedad se verían cubiertas, y por supuesto nunca faltaría la sangre de la que se tuviese necesidad en una situación determinada. Pero, hasta entonces, las donaciones de sangre seguirán siendo imprescindibles.

Fuentes:

blogs.elpais